Mañana es 8 de Marzo, pero eso ya lo sabemos todas. Lo que quizás desconozcan, es la simbología de ese número.
Su representación son dos serpientes entrelazadas que simbolizan el equilibrio, el eterno movimiento cósmico de regeneración, el número infinito, el número atómico del oxígeno y a su vez, es un símbolo muy apreciado en las culturas orientales así como en la poderosa nación China, donde significa «buena suerte».
Suerte, la que cada día corre por las venas de millones de nosotras desde que ponemos en movimiento nuestro cuerpo, hasta que somos apagadas como autómatas a la orden de voces masculinas. Desconectadas, apartadas como a las muñecas de nuestra infancia, a las que quitabamos las pilas al guardarlas en su caja de cartón, para que no se corrompieran en su interior.
Suerte, cuando huyes para que no te encuentren los demonios y perdiendo el oxígeno, acabas guardada eternamente en una caja de madera.
Suerte, cuando te enfrentas a todo tipo de acoso, cuando por el mismo trabajo recibes menor sueldo, cuando logras llegar a la cima y te quitan la máscara para que no respires, y te colocan lastres de títulos vejatorios.
Suerte, cuando evitas los roles estéticos y te persiguen hasta mutilar tu opinión, tus genitales, tu integridad, tu alternativa al placer de ser lo que eres: MUJER.
Pues yo no me conformo y alzaré mi voz protestando cada día; no dejes tú qué otros lo hagan por ti. Hoy, mañana y siempre, estaremos en movimiento.
Por una vez «PARA» y lucha por lo tuyo, mujer.
Toma ese ocho por el infinito, respira oxígeno y grita hasta desequilibrar la raíz de unos cimientos que nos entierran desde hace tiempo.
Por tus derechos, por la igualdad, por la No violencia, por decidir, por un trabajo digno, por las generaciones futuras pero sobretodo, por ti…MUJER