Entre sueños se amortigua la realidad y muy pronto una «Línea…» tejerá un poemario.
¡Arre, Unicornio!, mis locuras ya están crecidas.
Por fin y después de algunos años más en mis huesos, cobran forma en papel, las palabras. La cuenta atrás ha comenzado y la araña, esta despierta.
El ocho, número atómico del oxígeno, representado por dos serpientes entrelazadas del caduceo, símbolo de equilibrio y eterno movimiento cósmico de regeneración y de infinito, comienzo el año 2018 jugando con la suerte sobre un tablero mientras brilla la estrella en la tela de una laboriosa araña y atesoro mis recuerdos.
Con agradecimiento y algunos nervios, espero el momento de compartirlo con ustedes.