Hoy quiero contar lo que sucedió
con pocos versos, para no aburrir.
¿Recuerdas el préstamo que te hice?
En una esquina de aquel libro
lo dejé escrito.
Con lápiz, como me enseñó la maestra.
¡No manches lo que no puedas limpiar!
Ahora sé que el paso de los años junto con el oxígeno
son buenos borradores.
Era pequeño
para que no fuese fácil encontrarlo
pero el tiempo sí lo halló y dio cuenta de él.
Se guardó el secreto. Nunca lo supiste.
No te dije la página
pero espere.
No hubo regreso, lógico,
esa página no existió para ti.
Luego, el oxígeno me atragantó y un colapso atrapó el recuerdo.
Perdí la memoria, perdí el libro,
te perdí.
Maribel Díaz
(Publicado en la antología «Palabras al atardecer»)
Me gusta mucho
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Me gusta, pero sigo sin poder ponerlo en comentarios.
Estas mejorando hija, estoy contenta.
besos nieves
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Qué triste, que verdad y qué bonito.
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