Cae la noche.
El motor de la nevera hace vibrar la inercia de una tela de araña.
Agitadas patas se apresuran para atrapar el trago.
La perpleja cama espera por un cuerpo.
El reloj de la iglesia toca doce veces
mientras el perenquén de la pared
devora a las atontadas mariposas.
Un gato hace rondar la noche
y cae.
El motor de la nevera
ha parado: ha muerto una mariposa.
Maribel Díaz.
(Del poemario Línea perpendicular de mi pecho)
Fotografía de José L. Glez.