Entre la perpendicular de mi pecho
eternos rivales: arritmias e ironías.
Setenta y cuatro pulsaciones en tensión roja par
que apuestan al siete sobre diez
mientras lanzo los dados sobre una línea
cicatrizando un dialogo que no debió comenzar.
No hay comodín y el As
no juega esta partida.
Maribel Díaz.
Poema que cierra el libro Línea perpendicular de mi pecho y con el que despido el año.
Gracias a todos los que me siguen (y a los que no), y les deseo un «Feliz cierre, a todo lo quemado, con buenas cenizas para resurgir al 2019»